jueves, 11 de junio de 2009

Somos lo que pensamos

Hoy en día la mirada que hachamos a nuestros semejante dice mucho de lo que nosotros somos, la verdad que podríamos decir hay todo tipo de miradas: miradas curiosas, miradas intrigantes, miradas lujuriosas, miradas pornográficas.
Lo que miramos se adentra en nuestra mente, lo que pensamos hacemos, y lo que hacemos también lo pensamos, así es el circulo de nuestras acciones.
Nuestras acciones quiera se o no son pensadas y por lo tanto planeadas, o imaginadas, la verdad es que en nuestra mente hay mucha basura, basura cibernética, basura sexual que ocupa un valioso espacio en nuestra memoria, y en la medida que eso lo dejamos ahí es más probable que poco a poco nos absorba y actuemos conforme a lo que hay en nuestra cabeza.
En los periódicos muchas veces nos escandaliza que haya muchos pervertidos que hacen atrocidades de tipo sexual, y es más muchas veces nos podemos preguntar que por que aumentan los casos de violaciones, lo sencillo del tema es que podemos aportar mucho a eso pero yo simplemente me quedare con algo sencillo y practico:
Pensar solo en Dios.
Ateos ignorantes, piensen en Dios a ver... nada no, simplemente no se les ocurre que existe Dios porque sus arrogantes ideas del mundo los ha dejado vacío de algo divino, "Dios ha muerto", dijo Nietzche, saben murió para él, pero para millones de Cristianos sigue vivo, ¿Entramos en relativismo? quiera se o no lo que pasa es que hemos dejado de observar al único ser absoluto y no relativo. Hemos dejado de pensar en el Dios que hace prohesas, el Dios de los milagros, el Dios de la naturaleza, el Dios de los Creado, el Dios de los pobres, el Dios de los poetas, el Dios proclamado a los gentiles, el Dios de los pecadores, el Dios de las prostitutas, el Dios de los asesinos, para todos es el único Dios, para cada ser humano es el único Dios, solo que lo queremos ver a nuestra manera.
Es como si estuviéramos enfrente el arco iris, y porque no queremos ver sus siete colores nos ponemos unas gafas amarillas y solo apreciamos los tonos que queremos.
Dios es absoluto.
El pensamiento elevado al absoluto se hace absoluto, porque el gran Absoluto lo eleva de tal manera que conoce mejor al Absoluto que es Dios.
Los santos, la Iglesia no ha dicho otra cosas que no sea mas que al Absoluto, lo que el Absoluto quiere, lo que el Absoluto propone y desea para el hombre, lo que el Absoluto a querido desde siempre, el hombre con su relativismo ha hecho perder de la mente de los demás hombres al Absoluto que es Dios.
Somos lo que pensamos si pensamos en Dios nos volvemos cada día semejante a él, esto es lo que el hombre ha querido siempre ser como Dios, eso lo podemos alcanzar pero no como lo pensamos sino como lo piensa Dios.
Si pensamos como Dios todo sera fácil, lastima, yo en este momento estoy pensando en los que leerán esto y dirán que estoy loco, no faltara alguno que salga con estupideces, y no faltara quien me corrija, acepto correcciones, pero que sean claras convincentes y busquemos siempre la verdad en esos argumentos.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Comunidades Eclesiales de Base según la Teología de la Liberación

Introducción

En la Sagrada Escritura podemos encontrar el punto fundamental así como lo ven los teólogos de la liberación sobre como funcionan o a que se deban las Comunidades Eclesiales de Base. Uno de los libros favoritos para los teólogos de la liberación es el libro de los hechos de los apóstoles, en donde ellos ven que en las primeras comunidades cristianas, se compartían vienes por igual y no había pobres ni ricos, porque todos participaban dándolo todo y que todo lo tuvieran en común.

El presente ensayo tratara de manera mas o memos sistemática abordar el tema de las Comunidades Eclesiales de Base, ya que este tema es muy recurrido por los teólogos de la Liberación pues en él se habla de una perspectiva social, en la cual el fiel cristiano insertado en la sociedad busca afrontar los problemas mas cruciales para su vida y el tema del trabajo es uno de los mas tratados en el aspecto social. Bien el presente trabajo esta estructurado de la siguiente manera, primero abordaremos un poco en el tema de cómo se concibe a la comunidad de base desde las perspectivas liberadoras, (Comunidades de Base según el Teólogo de la Liberación), luego nos adentraremos a analizar como se relacionan los conceptos de Iglesia del Pueblo o Iglesia Popular con las Comunidades Eclesiales de Base, (Iglesia Popular y Comunidades de Base), esto nos llevara consecutivamente a analizar la naturaleza propia de las Comunidades Eclesiales de Base, (¿Qué son las Comunidades Eclesiales de Base?), también incluiremos un temita en donde ponemos claro la idea de donde nacen las Comunidades de Base, (Las Comunidades Eclesiales de Base. Una actualización de las primeras comunidades cristianas), para luego abordar los alineamientos que propone el Magisterio para este movimiento que seria lo que verdaderamente constituye a una Comunidad de Base, (Las Comunidades Eclesiales Base: en la línea del Concilio Vaticano II, de Medellín y Puebla) y por ultimo analizaremos como influye la Teología de la Liberación en las Comunidades de Base, (Comunidades Eclesiales de Base y Teología de la Liberación), considero que lo que siempre se espera de todo trabajo sea una respectiva conclusión, bien en esta expondremos lo que en resumen se ha planteado a lo largo de este pequeño ensayo.

Comunidades de Base según el Teólogo de la Liberación

Trataremos un poco de entrar en la definición característica que tiene los teólogos de la Liberación sobre lo que en la Iglesia se conoce como Comunidades Eclesiales de Base. Nos plantearemos si el concepto y definición de Comunidades Eclesiales de Base corresponde a lo que la Iglesia en su Magisterio propone.
Según Julio Lois las comunidades Eclesiales de Base reafirman en sus conclusiones la opción por los pobres y oprimidos para poder así evangelizar así con acción liberadora. ¿Qué significa a nivel eclesial esta opción por los oprimidos? En las mismas conclusiones leemos las respuestas:
Ø Que la Iglesia participe en la lucha liberadora del pueblo
Ø Que colabora para que el pueblo descubra la causa de la opresión en que vive.
Ø Que denuncie toda forma de injusticia, tanto de nivel individual como del sistema.
Ø Que proponga una comunidad sin barreras en la se eliminen los privilegios y el monopolio de los medios de Producción y de los servicios colectivos, concentrados en manos de una minoría.
Ø Que participe en la denuncia y en la lucha contra la dominación que impide la fraternidad y la comunión entre los pueblos.[1]
Se nota muy bien el carácter liberador que poseen las Comunidades Eclesiales de Base en los párrafos anteriores, y denota ciertas variantes que contrastan un poco con la doctrina de la Iglesia.

Iglesia Popular y Comunidades de Base

Otro punto a tener en particular es que hay que notar un cierto enlace entre el termino “Iglesia Popular” y las Comunidades Eclesiales de Base. Primero analizaremos el término de “Iglesia Popular”:

Este término nacido en Brasil en 1975 durante una reunión en donde se tuvo como lema: “Una Iglesia nacida del Pueblo por medio del Espíritu Santo”. Claro esta que muchos no estuvieron de acuerdo en utilizar los términos Iglesia Popular e Iglesia despueblo, pues la Iglesia no se reduce a una clase social, mas bien se hablo de una Iglesia nacida del Espíritu Santo. Entonces el termino “Iglesia Popular” viene a ser como la forma abreviada de ese lema.

Las Comunidades de Base junto con la noción de “Iglesia del Pueblo”, estaban pues controvertidas cuando los obispos se reunieron en Puebla en 1979. Junto a las alabanzas de las Comunidades de Base, los obispos expresaron palabras de cautela y de advertencia. Insistieron que la Iglesia debe verse: “como un Pueblo histórica y socialmente estructurado” que “representa la estructura mas amplia”, más universal y mejor definida en la que debe inscribirse la vida de las Comunidades de Base sino quieren caer en el peligro de la anarquía organizativa o el elitismos de miras estrechas y sectarias”[2]

Metiéndonos mas al tema, siempre ha sido este muy debatido y los efectos que este movimiento eclesial puede causar puede ser bueno o malo, atendiendo a los principios tradicionales de la teología de la liberación pueden las Comunidades Eclesiales de Base convertirse en difusores de los principios liberadores propuestos por esta corriente Teológica.

Otros autores verán la importancia que tuvo ese encuentro, pues es una manifestación de la Iglesia de los Pobres en marcha, que poco a poco se va viendo más el aporte de estos movimientos al programa revolucionario de esta corriente. Julio Lois vuelve a hacer referencia a la “Iglesia que nace del pueblo por el Espíritu de Dios”.

Las Comunidades Eclesiales de Base reafirman en sus conclusiones la opción del pueblo pobre-oprimido. Para poder evangelizar así con visión liberadora “Para ser fieles al evangelio y a las exigencias de la realidad vivida por el pueblo, optamos por una evangelización liberadora, lo que implica una clara opción por los oprimidos”[3]
Bien, vemos que hay una clara relación entre las Comunidades de Base y opción por los pobres. No es dudar que siempre encontremos esta relación pues poco a poco la idea de la Iglesia de los pobres ha ido tomando fuerza y poco a poco se ha ido metiendo la idea de un Iglesia mas humana, que busque acercarse a las gentes y que se identifique con ella. La inspiradora constitución Gaundium et Spes nos ha enseñado que la Iglesia debe encarnarse en la realidad, y debe de buscar la manera correcta de ver la realidad de nuestro tiempo. Por ello podría antes de seguir nuestro ensayo sobre las Comunidades Eclesiales de Base, hablar un poco de su naturaleza desde la perspectiva propiamente doctrinal. Y seria lo que el Magisterio dice sobre este movimiento.

¿Qué son las Comunidades Eclesiales de Base?

Según las define Juan Pablo II en Rededentoris Missio nº 51, son un fenómeno de rápida expansión en las jóvenes Iglesias, promovido, a veces, por los Obispos y sus Conferencias como opción prioritaria de la pastoral, y que están dando prueba positiva como centros de formación cristiana y de irradiación misionera. Se trata de grupos de cristianos a nivel familiar o de ámbito restringido, los cuales se reúnen para la oración, la lectura de la Escritura, la catequesis, para compartir problemas humanos y eclesiales de cara a un compromiso común. Son un signo de vitalidad de la Iglesia, instrumento de formación y de evangelización, un punto de partida válido para una nueva sociedad fundada sobre la "civilización del Amor".

Estas comunidades serán un lugar de evangelización, en beneficio de las comunidades más vastas, especialmente de las Iglesias particulares, y serán una esperanza para la Iglesia universal, como Nos mismo dijimos al final del Sínodo, en la medida en que: buscan su alimento en la palabra de Dios y no se dejan aprisionar por la polarización política o por las ideologías de moda, prontas a explotar su inmenso potencial humano; evitan la tentación siempre amenazadora de la contestación sistemática y del espíritu hipercrítico, bajo pretexto de autenticidad y de espíritu de colaboración; permanecen firmemente unidas a la Iglesia local en la que ellas se insieren, y a la Iglesia universal, evitando así el peligro -muy real- de aislarse en sí mismas, de creerse, después, la única auténtica Iglesia de Cristo y, finalmente, de anatemizar a las otras comunidades eclesiales; guardan una sincera comunión con los Pastores que el Señor ha dado a su Iglesia y al Magisterio que el Espíritu de Cristo les ha confiado; no se creen jamás el único destinatario o el único agente de evangelización, esto es, el único depositario del Evangelio, sino que, conscientes de que la Iglesia es mucho más vasta y diversificada, aceptan que la Iglesia se encarna en formas que no son las de ellas; crecen cada día en responsabilidad, celo, compromiso e irradiación misioneros; se muestran universalistas y no sectarias.[4]

La vivencia de la comunión a que ha sido llamado, debe encontrarla el cristiano en su "comunidad de base": es decir, una comunidad local o ambiental, que corresponda a la realidad de un grupo homogéneo, y que tenga una dimensión tal que permita el trato personal fraterno entre sus miembros. Por consiguiente, el esfuerzo pastoral de la Iglesia debe estar orientado a la transformación de esas comunidades en "familia de Dios", comenzando por hacerse presente en ellas como fermento mediante un núcleo, aunque sea pequeño, que constituya una comunidad de fe, de esperanza y de caridad. La comunidad cristiana de base es así el primero y fundamental núcleo eclesial, que debe, en su propio nivel, responsabilizarse de la riqueza y expansión de la fe, como también del culto que es su expresión. Ella es, pues, célula inicial de estructuración eclesial, y foco de la evangelización, y actualmente factor primordial de promoción humana y desarrollo.[5]
Cuando una parroquia no puede ser normalmente atendida o contar con un párroco residente, puede ser confiada a los cuidados de un diácono o de un grupo de religiosos o religiosas, a ejemplo de lo que se ha hecho en algunas regiones con resultados muy positivos.[6]
La Iglesia es el pueblo de de Dios que expresa su vida de comunión y servicio evangelizador en diversos niveles y bajo diversas formas históricas.[7]

Las Comunidades Eclesiales de Base. Una actualización de las primeras comunidades cristianas

Las Comunidades Eclesiales de Base reproducen, en cierto modo, la estrategia pastoral de la Iglesia primitiva y algunos rasgos de la primera evangelización latinoamericana. Ellas quieren ser la expresión actualizada más parecida a las primeras comunidades cristianas descritas en los Hechos de los Apóstoles:

“Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a la oración… Todos los creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto tenían. Vendían sus bienes y propiedades y se repartían de acuerdo a lo que cada uno de ellos necesitaba”.[8]
“La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como suyo lo que poseía, sino que todo lo tenían en común. Dios confirmaba con su poder el testimonio de los apóstoles respecto de la resurrección del Señor Jesús, y todos ellos vivían algo maravilloso. No había entre ellos ningún necesitado, porque todo lo que tenían, campos o casas los vendían y ponían el dinero a los pies de los apóstoles, quienes repartían a cada uno según sus necesidades”.[9]

Las Comunidades Eclesiales Base: en la línea del Concilio Vaticano II, de Medellín y Puebla

La experiencia latinoamericana de las Comunidades Eclesiales de Base brota de la renovada eclesiología del Concilio Vaticano II. Dice el Concilio: “La Iglesia avanza con toda la humanidad, experimenta la suerte terrena del mundo y su razón de ser es actuar como fermento y alma de la sociedad” [10]

Las Comunidades de base “surgen y se desarrollan en el interior de la Iglesia, permaneciendo solidarias con su vida, alimentadas con sus enseñanzas, unidas a sus pastores. Nacen de la necesidad de vivir todavía con más intensidad la vida de la Iglesia o del deseo de una dimensión más humana que difícilmente pueden ofrecer la comunidad eclesial, sobre todo en las grandes ciudades contemporáneas que favorecen el anonimato y la masificación… Se quieren reunir para escuchar la Palabra de Dios, para los sacramentos, el ágape fraternal de las personas que la vida misma encuentra ya unidas en la lucha por la justicia, la ayuda fraterna a los pobres, la promoción humana”… [11]

Los miembros de estas comunidades, «viviendo conforme a la vocación a que han sido llamados, ejerciten las funciones que Dios les ha confiado, sacerdotal, profética y real», y hagan así de su comunidad «un signo de la presencia de Dios en el mundo»[12]

Se comprueba que las pequeñas comunidades, sobre todo las Comunidades Eclesiales de Base crean mayor interrelación personal, aceptación de la Palabra de Dios, revisión de vida y reflexión sobre la realidad, a la luz del Evangelio; se acentúa el compromiso con la familia, con el trabajo, el barrio y la comunidad local. Señalamos con alegría, como importante hecho eclesial particularmente nuestro y como «esperanza de la Iglesia» (EN 58), la multiplicación de pequeñas comunidades. Esta expresión eclesial se advierte más en la periferia de las grandes ciudades y en el campo. Son ambiente propicio para el surgimiento de los nuevos servicios laicales. En ellas se ha difundido mucho la catequesis familiar y la educación de la fe de los adultos, en formas más adecuadas al pueblo sencillo.[13]

Se pregunta: ¿cuándo una pequeña comunidad puede ser considerada verdadera comunidad eclesial de base en América Latina?[14]
Ø La Comunidad Eclesial de Base, como comunidad, integra familias, adultos y jóvenes, en íntima relación interpersonal en la fe.
Ø Los cristianos unidos en comunidad eclesial de base, fomentando su adhesión a Cristo, procuran una vida más evangélica en el seno del pueblo, colaboran para interpelar las raíces egoístas y consumistas de la sociedad y explicitan la vocación de comunión con Dios y con sus hermanos, ofreciendo un valioso punto de partida en la construcción de una nueva sociedad, «la civilización del amor».


Ø Las Comunidades Eclesiales de Base son expresión del amor preferente de la Iglesia por el pueblo sencillo.[15]
Podríamos seguir citando documentos, pero para no entrar demasiado a esta perspectiva llegamos exponiendo hasta aquí, esto nos daría un panorámica de cómo el Magisterio reconoce las Comunidades Eclesiales de Base.

Comunidades Eclesiales de Base y Teología de la Liberación

Como ya hemos dicho al principio las comunidades Eclesiales de Base según el teólogo de la liberación vienen a ser la manifestación más clara de lo que es la Iglesia de los Pobres
.
La influencia de la Teología de la Liberación en America Latina viene a ser muy grande debido a los muchos conflictos que ha habido y por las muchas controversias que ha habido a nivel ideológico. Además de eso se le suman las fuertes crisis económicas, sociales y conflictivas entre los diversos estratos de la sociedad.

Recopilando datos la mayoría de los que pertenecen a las comunidades Eclesiales de Base son gente obrera, campesinos, y en general gente pobre que al alimentarle la idea de un cambio innovador también se les viene a la mente la idea de una revolución.

Esto no quiere decir que necesariamente las Comunidades Eclesiales de Base vengan a poner malos cimientos en la fe del pueblo, al contrario si se busca la idea del Justo medio y de una Justicia muy bien dada, puede darse buenos frutos. La idea de cambios muchas veces nos suena algo como revolución. Pero es cierto no podemos separar la teoría de la practica si en las Comunidades de Base estamos llamados a construir la civilización del amor, fomentar el cambio es necesario y sobre un cambio desde el interior de la persona de manera que ha esta la transforme la renueve la invite a seguir el modelo del verdadero Cristiano. Los modelos de la gente sencilla deben de ser la misma gente sencilla que pone de su parte para transformar la sociedad. Los lideres de las Comunidades Eclesiales de Base deben de tener claro el ideal Cristiano, de tal manera que integren en su vida tanto un cambio espiritual como material, con ello estamos llamados a ser solidarios, los unos con los otros y aquí podemos ver la claridad de las primeras comunidades cristianas, las cuales compartían de lo que tenían, y esto nos aclara también el hecho de que no se vive solo dando sino también recibiendo bienes, porque si todo pasara a comunidad, donde queda el termino de Propiedad Privada que el Magisterio ha propuesto desde siempre.

La Iglesia que tiene como riqueza a los más necesitados, nos enseña a vivir en armonía los unos con los otros. Y poco a poco nos mostramos mas firmes en el seguimiento de Cristo.

Ahora bien, para el teólogo de la liberación las Comunidades de Base deben de ser el nuevo modelo de Iglesia para América Latina, y estas deben de tener iniciativas que busquen soluciones a los problemas sociales que enfrentan, es más como es bien sabido, las Comunidades Eclesiales de Base la conforman en su mayoría gente sencilla, que bajo la tutela de los clérigos y religiosas, o laicos comprometidos buscan solucionar sus miserias, aunque equivocadamente podemos decir que se meten a buscar mas la solución a los problemas desde una perspectiva marxista que desde una perspectiva cristiana. Además de la mala influencia que las ideologías puedan hacer de este movimiento eclesial y además de que esta transformación crea confusiones en el ámbito eclesiástico. Puede decirse que también depende de sus dirigentes y de las posturas ideológicas que ellos tomen, inclusive puede decirse que el mismo clero influye ya que: Elemento capital para la existencia de comunidades cristianas de base son sus líderes y dirigentes. Éstos pueden ser sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas o laicos. Es de desear que pertenezcan a la comunidad por ellos animada.[16]

Si el clero Es partidario de la teología de la liberación puede influir en la formación de los líderes.

En las Comunidades Eclesiales de Base la relectura de la Sagrada Escritura en clave dialéctica, puede ir despertando el interés de los menos instruidos en cuestiones meramente sociales, y cada individuo empezara ha hacer su propia relectura de la Sagrada Escritura y dependiendo de los criterios este se puede desvirtualizar de tal modo que poco a poco lo evangélico deje de ser evangélico.

Es más en los pequeños círculos de las comunidades Eclesiales de Base se pueden ir creando semilleros en los cuales la preocupación sea meramente los pobres, vistos desde la perspectiva de la opinión, y esto puede crear desvariaciones en otras concepciones que ya no tendrían que ver con teología sino con ciencias sociales.

En muchas Comunidades Eclesiales de Base se dio mucho el problema de obediencia a los superiores, al clero, pues decían que era necesario otro modelo de Iglesia, que ya no fuese jerárquico y que incluyera la participación del “pueblo”. Lógicamente esto no seria lo mejor y contradice la constitución jerárquica de la Iglesia, pero con la idea de la Iglesia del Pueblo hace ver que la pertenencia eclesial invita a una participación social (esto seria bueno si no fuera, por que esta participación muchas veces se liga a represiones y toma de armas), esta participación social llevaría a todos a tener por común los bienes materiales, y esto propiciaría una comunidad verdaderamente constituida desde el seno eclesial, con perspectivas muy influyentes en la sociedad.
Conclusión
Podemos decir entonces que:
Las Comunidades Eclesiales de Base son Muy buenas y son promovidas por la Iglesia. Además tienen su definición propia y han sido tratadas constantemente en las Conferencias del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, se puede decir que son promotoras de Esperanza para la nueva evangelización, además que abren el camino a nuevos procesos de evangelización. Esto por una parte, luego, desde las perspectivas Liberadoras tiene un significado potenciado para lograr transformar la sociedad y denunciar las injusticias sociales.
En Alguna medida si son puestas como medio para introducir la ideología esta muy mal, pero si son medios eficaces en donde se viva la fe y se exprese el cambio, tanto personal, como social, son buenas y además deben promoverse, Es más deben de llevarnos a todos a conocer mas a Cristo que es el único y el centro de la Predicación.

[1] JULIO LOIS, Teología de la Liberación: Opción por los pobres ,IEPALA Editorial, 1986
[2] PHILLIP BERRYMAN Teología de la liberación: Los hechos esenciales en torno al Movimiento Revolucionario en América Latina y otros lugares, Ediciones Siglo XXI, 1989
[3] JULIO LOIS, Teología de la Liberación: Opción por los pobres, IEPALA Editorial, 1986
[4] Pablo VI, EN n 58
[5] Documentos Finales Medellín n 15, 10
[6] Ibíd. n. 15,15
[7] Documentos Finales Puebla n. 618
[8] Hch. 2, 42-46
[9] Hch. 4, 32-36
[10] GS. nº 40
[11] Pablo VI, EN n. 58.
[12] Documentos Finales Medellín n. 15, 11
[13] Documentos Finales Puebla n. 629
[14] Ibíd. n. 640
[15] Ibíd. nn. 641-643
[16] Documentos Finales Medellín n. 11

martes, 7 de octubre de 2008

Sobre la Santidad de Vida

Anda en mi presencia y se perfecto (Gn 17,1)

Hace algún tiempo escribí algo muy bonito que tenia que ver con la santidad y entonces pensé que debía de reflexionar sobre ello, se presento la oportunidad de darlo a conocer a las personas entonces lo expuse, hoy lo presento escrito de manera personal.

Jesús al terminar el sermón de la montaña de dirigió a los que le escuchaban estas palabras: “Vosotros, pues sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial” (Mt 5, 48).Yo dirigiéndome a usted quisiera empezar este dialogo con estas mismas palabras, citándolas de uno de los grandes santos modernos y las decía hablando personalmente con un fiel y le decía y se lo digo a usted también: “Tienes obligación de Santificarte –Tú también- ¿Quién piensa que esta sea labor exclusiva de sacerdotes y religiosos o religiosas?A todos, sin excepción, dijo el Señor: <>” (San Josemaría Escrivá: Camino nº 29).Se lo digo y se lo repito: “Sed perfectos, como mi Padre celestial es perfecto”.Jesús nos esta invitando a todos y lo hace como lo hizo con el joven rico, y además nos deja la libertad, -así como dejo libre al joven rico- de escoger entre la invitación de Jesús y lo que él más estimaba: “Jesús le dijo: <> (Mt 19, 21).Las exigencias del Maestro son grandes y a la vez sencillas, “porque para amar a Dios y servirle no es necesario hacer cosas raras. A todos los hombres y mujeres sin excepción, Cristo les pide que sean perfectos como su Padre celestial es perfecto. Para la gran mayoría de los hombres y de las mujeres, ser santos o santas supone santificar el propio trabajo, santificarse en su trabajo y santificar a los demás con el trabajo, y encontrar así a Dios en el camino de sus vidas” (San Josemaría Escrivá; Conversaciones…, nº 55).“Cuando Abran tenía noventa y nueve años, se le apareció Yahvé y le dijo: <>.Es una invitación directa de Dios a que nosotros vayamos olvidándonos del hombre viejo y seamos hombre nuevo, y poco a poco vayamos acogiendo ese camino de perfección, de santidad, se lo dijo a Abran y ahora se lo dice a usted, de tal modo que todos estamos invitados a ser santos, nadie sin excepción tiene porque decir no; usted no puede decir “no quiero ser santo”, o también decir: “ese no es mi camino, por el no puedo andar”. La santidad es para los que de verdad son valientes y demuestran su valor a pesar de los acontecimientos de esta vida.La santidad es para los que dicen: “Señor me has llamado, aquí estoy” pues Dios exige una respuesta de nosotros “para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor” (Ef 1,4). Para ser lo que el nos pide.Usted puede “madurar en poco tiempo y completar una larga vida” (Cf. Sab 4,13) todo es que se decida a seguir a Jesús y seguirlo por caminos de santidad.“La santidad es para todos, pues nadie se queda atrás. La santidad tiene que ser nuestro fin y nuestro fin debe de ser nuestra perfección; nuestra perfección es Cristo” (San Agustín, coment. Sobre el salmo 69) y nada más, pues con él lo podemos todo (Cf. Flp 4).Podrá decirme: -¿no estoy segura sí podré alcanzar la santidad?- Pues no hay que tener miedo porque “no cabe temor en el amor; antes bien, el amor pleno expulsa el temor, porque el temor entraña castigo; quien teme no ha alcanzado la plenitud en el amor” (1Jn 4, 18)y la plenitud en el amor está en la santidad, además solo hace falta un esfuerzo humano y Dios “quien inició en nosotros la buena obra, la irá consumando hasta el día de Cristo Jesús” (Flp 1,6).He insistido en que la santidad es para todos y usted me preguntará ¿Cuál es el camino que hay que seguir para alcanzarla? Simple y sencillo, el camino es Jesús pues la santidad no se forja tomando simples ejemplos humanos, aunque es bueno, sino que se forja viendo a Cristo y viendo su ejemplo.Por ejemplo como dice San Francisco de Sales: “La devoción debe ser practicada de una forma por el caballero y de otra por el artesano; por el sirviente y por el amo; por la viuda y por la soltera; por la que es virgen y por la casada; hay que relacionar su práctica con las fuerzas, las ocupaciones y los deberes de cada estado”, luego San Francisco continua y nos pregunta: “Sería justo que el obispo observase una vida de soledad semejante a la del monje? Y si los casados no quisieran poseer nada como los mojes mas austeros. Y el campesino pretendiera estar todo el dí en el templo como los religiosos; y el religioso entregado a toda suerte de relaciones para servir al prójimo, como el obispo, ¿no sería todo ello devoción ridícula desordenada e intolerable? […] No […], la devoción nada perjudica cuando es verdadera; y cuando se pronuncia contra la vocación de alguno hay que considerarla como falsa” (San Francisco de Sales, Introd. A la vida devota, I, 3, 19-29). No tenemos que ser hacendosos en la Iglesia y haraganes en la casa, parece ridículo, pues la gente sin piedad: -Estos católicos, solo son pura apariencia, predican lo que no hacen.Dígame ¿Cómo yo si les predicara un evangelio contra el pecado estaría haciendo el pecado? No, no se puede eso, es ridículo y mediocre.La actitud que hay que tener para alcanzar la santidad es una actitud de recogimiento y a la vez de perfeccionamiento humano, esto nos ira llevando a ser perfectos, no por nuestro querer, porque nadie se puede santificar por su propio esfuerzo, sino por el divino don de Dios.Porque a Jesús “lo han imitado los santos mártires hasta el derramamiento de su sangra, hasta la semejanza con su pasión; lo han imitado los mártires, pero no solo ellos. El puente no se ha derrumbado después de haber pasado ellos; la fuente no se ha secado después de haber bebido ellos. Tenga presente querido hermano: en el huerto del Señor no solo hay las rosas de los mártires, sino también los lirios de las vírgenes y las yedras de los casados, así como las violetas de las viudas. Ningún hombre, ninguna mujer, cualquiera que sea su género de vida, ha de desestimar su vocación: Cristo ha sufrido por todos. Con toda verdad está escrito de Él: Nuestro Salvador quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (Cf. San Agustín, Sermón 304).La santidad no solo queda cerrada con aquellos santos y santas que creyeron en Dios y lo amaron la santidad esta abierta a todos y a cada uno, la santidad esta mí y para usted el camino que hay que seguir. Las disposiciones que tengamos debemos de tenerlas con verdadera fe y amor, han de seguir a Cristo y seguirlo desde el lugar en que cada uno se encuentra, no solo seguirlo, sino imitarlo, ser como él, ser otro Cristo.Tenemos que amar la verdad y al quererla podemos llegar al pleno conocimiento de Dios, pues esa Verdad que es Cristo, vivida se hace para nosotros una verdad inquebrantable, una verdad que se hace vida en cada uno de nosotros.Cristo nos santifica con su verdad pues Él manifiesta todo su don, lo manifiesta en sus hechos y sobre todo en su entrega.Todos estamos llamados a ser santos lo repito con fervor, pues es algo que nosotros debemos asumir, la santidad no es algo reservado solo a aquello que tienen el don del celibato o la virginidad, es para todos, para los casados y casadas; para los soltero y solteras; para los viudos y las viudas. Pues el Concilio Vaticano II afirma: “Una misma es la Santidad que cultivan en cualquier clase de vida y de profesión los que son guiados por el Espíritu de Dios y, obedeciendo a la voz del Padre, adorando a Dios Padre en espíritu y verdad siguen a Cristo pobre, humilde y cargado con la cruz, para merecer la participación de su gloria (LG nº 41).Las exigencias de la santidad son muchas y cargar con la cruz de Cristo cuesta, pero no hay que desconfiar Él esta cerca y nos acompaña, pues es el quien nos quiere santificar y hay que esforzarse mucho, por ello debemos de estar siempre dispuestos a ser de Dios porque el nos ha prometido darnos vida en abundancia (Cf. Jn 10,10) y no permitirá que nos apartemos de Él.

miércoles, 1 de octubre de 2008

La Sencillez y la Humildad

Hace algún tiempo leí sobre el genio de Teresa de Liseux, y me encontré con algo muy fascinante en ella: su sencillez y humildad.
Cualquiera me podría, decir que eso es algo evidente en un santo y mas aun en la peculiar vida de esta "santita".
Pero lo que he de recalcar es la forma como ella vivía estas virtudes, y lo ha dejado plasmado en sus escritos, hoy me propongo reflexionar brevemente sobre esta virtudes, basándome sobre todo en la forma como las vivió esta santa.

La sencillez en “la florecía del Carmelo
La vida de santa Teresita me ha dejado impactado, en primer lugar; porque, ¿Cómo pudo llegar a ser santa una niñita inocente y vivaracha? ¿Cómo explicar esta vocación tan especial, en lo que parecía un capricho de niña que había tenido todo y decidió tener solamente a Cristo? ¿Cómo será posible que ella sin dejar de ser Teresa Martín, siguió siendo simplemente Teresa?
Preguntas sobre el modo en que ella vivió su sencillez hay muchas, pero la respuesta la resumimos en este párrafo: Ella siempre lo deseo tener todo y opto por tenerlo todo queriendo tener nada, pues lo tenía todo solo quedándose con Cristo, y amando su santa voluntad, porque ella sentía que lo que le agradaba a Dios era que ella amara su pequeñez y su pobreza.
Reconociéndose incapaz de alcanzar la santidad por su limitada condición de pequeño juguetito en las manos del Niño Dios deja que el haga con ella lo que este Niño capricho quiera. Ella no decía que Dios fuera un caprichoso, pero ella podía ser semejante a un juguetito aventado por los caprichos de un niño inquieto. Ese niño inquieto que no es más que su amado Jesús, es Él, el que fue obrando para que poco a poco fuese alcanzando la santidad, haciendo el menor esfuerzo.
Su sencillez no va ser más de lo que en la teología espiritual se le llama “infancia espiritual”, que se basan en las palabras de Jesús: “el que no sea como un niño no entrara en el Reino de los Cielos"( Cf. Mt 18, 1-4)
Esta sencillez no consiste en comportarnos como niños sino en tener la sencillez de un niño que siempre hace lo que su padre a quien tanto quiere le pide. Esa sencillez que no consiste en ser caprichoso como lo son los niños sino en ser verdaderos modelos de obediencia filial ateniéndose de que solo lo que el padre le dice es bueno y provechoso para su vida.
Por ultimo esta sencillez nos llevara a reconocer nuestra verdad sobre nosotros mismos así como santa Teresita la descubrió. “me gustaría ser santa pero siento mi impotencia”, esto no se aleja del concepto de que humildad es andar en la verdad, porque solo el humilde logra acoger con sencillez la divina voluntad de Dios.
Recalcando lo anterior, esto nos lleva a una completa aceptación de nuestra realidad, la cual se va transformando en la medida en que nos sentimos más amados por Dios, y dejamos de lado nuestros torpes caprichos que nos separan de la pureza de su amor.
Espero que con esta reflexión comencemos a vivir en plena sencillez recorriendo el caminito de esta peculiar “santita” de nuestros tiempos modernos.

miércoles, 30 de abril de 2008

El conocimiento de Dios

Conocer a Dios con la pura razón
Dios es apcecible al conocimiento humano ya que se puede hablar de el de forma analogica.
El hombre al preguntarse sobre Dios ha llegado a decir muchas cosas pero la verdadera prueva de la existencia de Dios nos la proporciona Santo Tomas en su cinco vías del conocimiento de Dios.
Las vías son argumentos convergentes y convincentes que permiten llegar a verdaderas certezas, o sea son pruebas en las cuales damos a conocer a Dios de tal modo que la persona que las escuche vera que no pueden ser otra cosa, o sea son pruebas con las cuales damos a conocer a Dios de tal modo que la persona que las escuche vera que no pueden ser otra cosa, o que no puede negarse esta verdad evidente.
Estas vías para acercarse a Dios tienen como punto de partida la creación: el mundo natural y la persona humana.
El mundo: A partir del movimiento y del cambio, de que hay seres necesarios, del orden y de la belleza del mundo se puede conocer a Dios como origen y fin del Universo.( Rm 1, 19-20)
El hombre: Al observar todas las perfecciones que posee y darse cuenta de que estas perfecciones Alguien se las tuvo que haber dado pues quien se las tuvo que haber dado es más Perfecto que él.